Si pensamos en Tailandia es probable que automáticamente se nos venga a la mente la imagen de uno de los íconos del país: el elefante. Este animal es un sello de la cultura de Tailandia y una criatura sagrada en la religión budista. Lamentablemente estos hermosos animales han sido usados para el turismo y en muchos casos torturados y sacados de su hábitat natural. En este post te cuento mi experiencia en el refugio para elefantes Elephant Jungle Sanctuary Chiang Mai.
Aclaración: Visité Elephant Jungle Sanctuary en Febrero del 2017. Desconozco si la administración del santuario cambió desde ese entonces. Este artículo cuenta solamente mi experiencia pero recomiendo informarse y leer también los últimos comentarios en foros como Tripadvisor.
Las actividades con elefantes son tan turísticas que muchos turistas viajan a Tailandia sólo por ellos y por conseguir, no importa como, la foto con un elefante. Si vas a realizar una actividad con elefantes ( o con cualquier otro animal) asegurate de visitar un lugar que sea un refugio o santuario donde realmente se cuide a los animales que hayan sido rescatados. De ninguna manera participes de actividades que implican maltrato animal.
Estas son algunas de las actividades que lastiman a los elefantes, por favor no las realices: trekking con elefantes, espectáculos de elefantes, pagar para ver cómo pintan, pagar para sacarte una foto con un elefante, montar un elefante.
Realizar alguna de esas actividades es simplemente contribuir e incrementar su maltrato.
Por qué? Porque para que los elefantes obedezcan se usa una técnica llamada “Phajaan” que consiste básicamente en “romperle el espiritú” al animal. Son separados de sus madres a los 4 años de edad, se los aísla y se los golpea frecuentemente hasta que el elefante queda tan aterrorizado que es completamente sumiso al hombre. Es algo realmente horrible y la única forma de frenar con el maltrato de estos animales es siendo turistas responsables y no pagar por montarlos ni verlos hacer trucos.
- Un poco de historia
Por miles de años los elefantes fueron usados como medio de transporte, incluso en las guerras. Los tailandeses los usaban para trabajar en el campo, y hacer todas las tareas pesadas. Los elefantes transportaban en sus lomos kilos de cosecha, alimentos y troncos. La deforestación y destrucción de su hábitat llevó a que hoy en día los elefantes asiáticos se encuentren en peligro de extinción. En 1989 el rey de Tailandia prohibió la tala de árboles dejando a miles de personas desempleadas que se mudaron del campo a la ciudad junto a sus elefantes y comenzaron a ganar dinero utilizándolos en actividades turísticas. Esto es completamente traumático para el animal. Es decir, qué hace un elefante en una ciudad transportando gente o jugando al fútbol?
La única alternativa responsable y sustentable para ver elefantes en Tailandia es visitar un refugio o santuario. Aún así, hay que leer muy bien los comentarios de cada lugar ya que algunos se hacen llamar santuarios pero en el fondo siguen lastimando y lucrando con los animales.
La ciudad en donde podés ver elefantes es Chiang Mai, en el norte del país, donde hay una gran cantidad de refugios. La verdad es que yo ni siquiera estaba convencida de ir a uno en mi visita a Chiang Mai, pero resultó ser una de las experiencias más lindas.
Mi experiencia en Elephant Jungle Sanctuary Chiang Mai
El refugio que visité es el Elephant Jungle Sanctuary en Chiang Mai. Todos los elefantes del santuario fueron rescatados del maltrato que reciben en actividades turísticas. Elegí este santuario después de leer muchas opiniones en foros y en otros blogs y me aseguré de que sea un lugar donde de ninguna manera los monten. Otro de los santuarios confiables es Elephant Nature Park, pero es el más conocido así que los cupos de visitantes se llenan rápido.
- Precio Elephant Jungle Sanctuary: Las visitas al santuario pueden ser de: medio día ($50 USD), día entero ($72 USD), día entero con caminata ($100 USD) y 2 días + noche ($150 USD). El dinero recaudado es utilizado para cubrir gastos de comida, insumos veterinarios y mantener el campamento. Las visitas incluyen comida y traslados desde Chiang Mai centro hacia el santuario que se encuentra en las afueras de la ciudad. Pueden reservar su visita a través de la web del santuario o en algunas oficinas turísticas en el centro de Chiang Mai.
Junto a mi novio, hicimos la visita de medio día. Alrededor de las 7 am nos pasaron a buscar por el hotel en camioneta, pasamos a buscar a otras personas y en aproximadamente una hora y media llegamos a Elephant Jungle Sanctuary.
Al llegar, tuvimos una charla de presentación con un cuidador que nos explicó cómo funcionaba el refugio, nos contó qué elefantes tenían, cómo sufren los elefantes que trabajan en turismo, características de los elefantes, etc. Además nos explicaron por qué no hay que montarlos: aunque los elefantes pesen toneladas, sus columnas vertebrales no están hechas para soportar grandes pesos. Las vertebras de los elefantes no son como las de los caballos y por lo tanto montarlos, a la larga, los lastima. No importa si no se utilizan sillas, aunque sea directo sobre su lomo, igual los daña.
Elephant Jungle Sanctuary trabaja junto a gente del pueblo Karen, una etnia procedente del sur de Birmania. Esta etnia históricamente vivió en zonas de elefantes, es por eso que los voluntarios que visitan el refugio deben utilizar la vestimenta tradicional Karen, para que los elefantes se sientan familiarizados.
Luego de la charla informativa y de vestirnos con los ponchos, llegó la primer actividad con elefantes: alimentarlos. Al principio, asusta porque son animales realmente enormes! Pero al minuto te acostumbrás y te das cuenta de que son las criaturas más hermosas que existen. Había kilos y kilos de bananas para darles, y las comían directamente con cáscara y de un bocado. Durante aproximadamente una hora estuvimos ahí alimentándolos, acariciándolos y aprendiendo de su comportamiento.
Después de alimentarlos y pasar un rato con los elefantes llegó la hora de a segunda actividad: bañarlos. No les voy a mentir, esta actividad la sentí un poco forzada. Los elefantes no fueron y se metieron solos en el barro, sino que fueron incitados a hacerlo. Sin lastimarlos ni nada raro, pero fue como hacer que un nene que no se quiere bañar, se bañe. De todas formas nos explicaron bien, cómo teníamos que bañarlos para que no estén molestos. Primero fue ensuciarse con barro y luego bañarnos a los elefantes y a nosotros mismos en un río. Fue muy divertido pero les repito, fue una actividad que la sentí un poco forzada porque la verdad es que no creo que los elefantes necesiten ser bañados por humanos.
Después del baño volvimos al campamento, nos enjuagamos en unas duchas exteriores y almorzamos. El almuerzo está incluído en la visita y es un buffet con típica comida Thai: curry muy rico y frutas frescas de postre. Pasamos un rato a la sombra, charlando con los cuidadores y con otros voluntarios. Luego llegó la hora de despedirse de los elefantes y emprender la vuelta a Chiang Mai.
No te puede faltar llevar:
- Protector solar ya que van a estar casi todo el día al sol
- Repelente de mosquitos
- Traje de baño (más fácil si lo llevan puesto)
- Toalla
- Ropa cómoda y zapatillas
En conclusión, visitar un santuario de elefantes fue una actividad que me generaba demasiada desconfianza pero terminó siendo una de las mejores experiencias del viaje a Tailandia. La sociedad de Tailandia está cambiando y lentamente dejando de utilizar los métodos de adiestramiento que lastiman a los elefantes.
Por lo que pude ver en esas horas que estuve en Elephant Jungle Sanctuary, realmente es un santuario de elefantes rescatados y parecen preocuparse en serio por los animales. Es lógico que cobren entrada por los gastos de mantenimiento del lugar, comida para los elefantes, gastos médicos, etc. Cuando preguntamos por qué en lugar de dejarlos en libertad estaban en un santuario nos explicaron que eran todos elefantes rescatados, que habían nacido en cautiverio y por lo tanto no podían sobrevivir solos de un día para el otro. También nos explicaron que si los dejan completamente libres, a los pocos días los agarran para usarlos en algunas de las actividades turísticas, por lo cual el santuario es por el momento el mejor lugar para los elefantes (si bien sigue siendo cautiverio es un espacio enorme).
Todo el tiempo que estuve ahí me sentí cómoda y no vi ninguna señal de maltrato en los elefantes. Obviamente esto es solo lo que yo viví en Febrero del 2017. Elephant Jungle Sanctuary también tiene santuarios en otros lugares de Tailandia como en Phuket, del cual hay muchas reseñas malas.
No montes elefantes, ni practiques ninguna actividad que contribuya con su tortura. Si querés ver elefantes, que sea en un santuario. Informate, lee e investigá antes de tu visita para encontrar un refugio donde los elefantes sean cuidados, que no haya cadenas ni ningún otro elemento de captura, y que no los monten.
- Otras zonas de Tailandia donde se pueden ver elefantes: Chiang Rai, Sukhothai, Kanchanaburi, Petchaburi.